Hace apenas unos días, Essena O’Neill, la reina de Instagram, cargaba contra la red social y afirmaba sentirse defraudada por mostrar una “vida no real” en su perfil. Ahora, la modelo Stina Sanders ha publicado en su cuenta imágenes reales de su día a día pero lo que no se imaginaba era que con esta acción llegaría a perder 3.000 seguidores.

“Quería ver lo que sucedía si dejaba de publicar fotos glamurosas y empezaba a publicar esas cosas que ni siquiera compartes con tus amigos, cosas tabú”, explica Sanders a la revista People. La modelo coincide con O’Neill en que “las redes sociales no son la vida real”.

“Personalmente creo que Instagram es tan falso... la cantidad de filtros, de retoques... Así que pensé que hacer esto sería interesante”, ha afirmado la joven de 24 años. Sanders ha publicado imágenes depilándose el vello facial, en una visita al médico para realizarse una irrigación de colon, en una cita con su psicoterapeuta, con el esmalte de las uñas descascarillado o haciéndose selfis en los que aparece poco favorecida. Imágenes muy diferentes de las que colgaba hace unos meses y en las que presumía de playas paradisíacas, comida con apariencia deliciosa o posados que realzaban su figura.

“Normalmente me gusta utilizar filtros o aplicaciones para mejorar las fotografías, pero prometo que en estas no había ni gota de maquillaje. Pensé que mis seguidores me seguirían de igual manera, pero sucedió todo lo contrario. Tuve una disminución masiva de follows”. Con esta acción, la británica ha conseguido nuevos admiradores que aprecian y aplauden su sinceridad, y en la actualidad cuenta con 14.300 seguidores.